Como les dije, son un grupo de locos...
viernes, 7 de diciembre de 2012
SOLILOQUIO CHAMUYADO
Como les dije, son un grupo de locos...
martes, 4 de diciembre de 2012
El pibe de infraestructuras
miércoles, 21 de noviembre de 2012
TALES FOR ZOE IN BASQUE AND SPANISH: PART II
jueves, 15 de noviembre de 2012
TALES FOR ZOE IN BASQUE AND SPANISH: PART I
Bazen behin mugagabeko indarra zuen burdin-haga bat. Denek- aizkorak, zerrak, mailuak eta sugarrak- burdin-haga bitan zatitzen saiatuko zirela erabaki zuten.
- Nik lortuko dut!! - esan zuen aizkorak. Behin eta berriz golpatu zuen haga baina bere ertz zorrotza kamustea besterik ez zuen lortu.
- Utzidak niri!! - bota zuen zerrak eta burdin-haga erdibitzen saiatu zen amorruz, hortzak galdu eta erabat ahiturik amore eman zuen arte.
- Banekinan ez hunala lortuko - hasi zitzaion mailua zerrari. - Erakutsiko dinat nik nola egin behar den. Lehenengo golperako, ordea, burua galdu zuen mailuak eta ez zion burdin-hagari urraturik ere egin.
- Saiatuko naiz ni orain? - galdetu zuen lotsati sugar ttikiak.
- Ahaztan - erantzun zioten denek-, ez hunake sekula lortuko. Zer egin dezaken hik, suño ziztrin horrek?
Orduan, sugar ttikia burdin-hagari hurbildu zitzaion, besarkatu egin zuen eta ez zuen urtu arte askatu.
domingo, 11 de noviembre de 2012
FELICIDADES AMIG@S CHAMUYER@S
El duende del escenario
domingo, 5 de agosto de 2012
ZARAUZKERIAK I
Baina ez, ez zituen gainditu, akabatu egin zituen beldurrak, banan-bana. Beldur bakoitza zeraman arimaren zatitxoa akabatuz akabatu zituen beldur guztiak. Eta hala geratu zen gizarajoa arimarik gabe. Erraiak erabat gogortuta, ez beldurrik ez desiorik sentitzeko gaitasunik gabe. Ezer ez sentitzearen beldurrik ere ez zuen eta, hala, hildako ibiltari bihurtu zen.
Ze pasa zaiok honi? galdetzen zuten ingurukoek. 'Maiteminak jota zegok', zioten batzuek edo 'Buruarekin bainera-ertza jo eta erabat zoratu duk'.
Kontuak kontu, automata bihurtu zen mutil hura, oraindik ia amodiorik dastatu ez zuen gizarajo hura. Eta hala jarraitu zuen bere gorputzak, urte luzez arimaren motorrik gabe ibili zenak, ibilitzeari utziko ziola erabaki zuen arte.
Lo consiguió al final. No tener miedo a nada. Había superado todos sus miedos.
Pero no, no los había superado, los había eliminado uno por uno. Los había eliminado matando la parte del alma que contenía cada uno de ellos. Y así perdió su alma el pobre desdichado. Con las entrañas totalmente endurecidas, no tenía ya capacidad alguna de sentir miedo o deseo. De hecho, no temía ni la falta de sentimiento y, de esa manera, se convirtió en un muerto viviente.
¿Y a éste qué le ha pasado? preguntaba la gente a su alrededor. 'Está enamorado', decían algunos, o 'Se ha dado con la cabeza contra la esquina de la bañera y se ha quedado tonto'.
Sea como sea, aquel chico se convirtió en autómata, aquel joven infeliz que apenas había probado el amor. Y así continuó hasta que su cuerpo, que había funcionado durante años sin el motor de alma, decidió que iba a parar de caminar.
sábado, 28 de julio de 2012
Apuntes para una tesis sobre la interpretación musical
lunes, 16 de julio de 2012
jueves, 28 de junio de 2012
Ma solitude
sábado, 2 de junio de 2012
domingo, 6 de mayo de 2012
Guía política para turistas 2012
miércoles, 2 de mayo de 2012
2000 cruces de miradas
Con algunos nos vemos cada día, con otros a veces nos separan kilómetros pero de una u otra forma (el blog es una de ellas) nos vamos mandando señales de existencia, mensajes con intención.
Con la ayuda cortazariana e ingenieril del comienzo, la suma de los escritores mundanos y canyengues, las imágenes de ojos que supieron ver más allá y lo compartieron con el resto, la gracia y la crítica (infaltables condimentos)... con todo esto se sigue chamuyando: aquí en Donostia, allí en donde usted esté leyendo esto.
Hablamos...
Besarkada bat! Un abrazo!
sábado, 28 de abril de 2012
Berlin-aleak: "itzulera"
Baina, tira, buelta egin beharko, Eusko Jaurlaritzaren diru-mugek hala diote eta. Telesforo Montzonek anaiarekin bezala, zama lepoan hartu ta segi aurrera!!!
Últimas horas en Berlin. Dios mío. El vértigo del regreso. Es en estos instantes finales en los que me doy lo bien que he estado aquí. Tan tranquilo. Sin el peso de ese pasado que, inevitablemente, construimos al vivir mucho tiempo en un determinado lugar.
Pero, bueno, habrá que volver, ya que los límites financieros del Gobierno Vasco así lo dictan. Tal como hizo Telesforo Monzón con su hermano, echa el peso a tu hombro y a adelante!!!
sábado, 14 de abril de 2012
MEMORIA VISUAL
(yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado,
sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto)”
Jorge Luis Borges, Funes el memorioso
Memoria visual
¿puede uno recordar todas las mujeres que ha visto?
No me refiero aquí a las que ha besado, ha manoseado torpemente una tarde de primavera en un parque, ha tenido en la cama. Las mujeres que uno ha tocado forman parte de otra categoría, muy diversa, a la que hago referencia hoy.
Sólo me preguntaba y les preguntaba, si es posible, si nos es posible recordar de una vez, de un certero, instantáneo, fugaz, demoledor pantallazo, a todas las mujeres que hemos visto pasar junto a nosotros. Esto -sé bien- que les será particularmente difícil a todos los hombres que, como yo, practicamos con frecuencia ese secreto, fugaz, inevitable, repudiado si es que vamos acompañados por una mujer, vertiginoso por el abismo que nos revela, y muchas veces doloroso por la realidad de la belleza que nos arroja a la cara, deporte de mirar mujeres pasar.
Las curvas laterales y concluyentes de la cola mientras, durante y después que han pasado, el vai-ven de las tetas sobre todo de costadito, el abismo del escote cuando empieza el calor y se empiezan a reproducir los abismos por todos lados multiplicando el riesgo de caer a cada paso, la curva delicada y suave de la pantorrilla que se cierra y se afina hasta concluir en los tobillos (me dijeron, me lo dijo una mujer, que las mujeres de tobillos finos son mejores en la cama, quien sabe porqué), el angostamiento en la cintura que sólo sirve para preanunciar el posterior y mucho mas importante ensanchamiento, el de la cola, y tan importante como eso, el nuevo afinamiento que debe ocurrir por debajo, al iniciarse los muslos, detalle fundamental para la figura femenina, las líneas en ángulo recto en los hombros que son la base de la elegancia al caminar. Ah, y los ojos, los hermosos y brillantes y profundos ojos. Porque además de todas las otras cosas mas importantes que tienen y de las que he mencionado sólo algunas pocas, si señores las mujeres también tienen ojos, que en líneas generales no nos miran pero ahí están, como la puerta de ingreso al alma que son y siempre mirando para otro lado, como manteniendo esa puerta fuera de nuestro alcance, y aunque uno pueda intuir algunas veces “un mirar sin mirar”, un relámpago de atención lateral, fugaz, destinado al que las mira pasar, en el que se mezclan la curiosidad, la reprobación y hasta muchas veces el desdén, la mujer que miramos pasar no nos mirará jamás, porque de otro modo la situación cambiaría -no estoy seguro si para mejor o peor pero cambiaría- porque en ese caso entraríamos en una dimensión mas comprometida y peligrosa que casi nunca ocurre, porque de ese modo -tal vez- la mujer en cuestión pasaría a revistar en alguna de las categorías enunciadas al principio de este libelo, porque no es comportamiento de una dama mirar al hombre que la mira pasar, y porque así debe ser y listo.
Por todas o quizá por sólo algunas de esas cuestiones es que la mujer que vemos pasar no nos mirará, manteniendo de este modo nuestra relación -que podemos catalogar de inexistente- en el terreno de la fantasía y del sueño, pero al mismo tiempo permitiendo esa fantasía, siendo de algún modo cómplice de esa fantasía, la que no puede, no debe ser explicitada, tal como no deben ni pueden mencionarse en voz alta los argumentos del sueño.
Dicen que somos limitados pero tenemos un ansia de infinito. Que somos mortales pero tenemos un ansia de inmortalidad, y que tal vez de allí nazca ese afán, que en verdad, resulta un tanto infantil, de los hombres de aspirar, de pretender, de al menos mirar a todas las mujeres. Y si de infantilidad tenemos que hablar, es en este lugar donde podemos declarar que los hombres nunca crecen. Las mujeres maduran y viven con responsabilidad los asuntos de la vida y se comportan tal y como debe comportarse alguien que ha crecido y asume sus virtudes y sus vicios. Los hombres en cambio son siempre niños, y -algunos mas y otros menos- nunca dejan los comportamientos inmaduros y las alternativas del juego. Por decisión o incapacidad, los hombren nunca crecen del todo, y continúan jugando para siempre, cambiando solamente los argumentos pero nunca dejando de jugar. Un personaje como Peter Pan sólo podría haber sido masculino. Tal vez sea de este y no de otro asunto del que nacen muchos si no todos los conflictos entre hombres y mujeres, novios y novias, maridos y esposas. Pero eso es ya asunto para otro escrito.
Dicen también que en realidad hay una sola cosa que en verdad sabemos, que nos vamos a morir, y sabiendo bien y con certeza esa sola cosa, no estamos dispuestos a renunciar a todo lo otro, todo lo que -bien sabemos- nunca podremos tener, porque somos limitados, finitos, débiles, mortales en fin.
No lo sé, tal vez sean ciertas todas estas aseveraciones que se dicen de nosotros los hombres. Tal vez sea cierto que tenemos deseos insensatos e irrealizables. Que pretendemos cosas que no sólo no nos corresponden sino que además son ¿Cómo decirlo? tal vez Ilícitas.
Como quiera que sea, la inclinación, la inevitable afición de mirar mujeres al pasar nos propociona la posibilidad al menos ilusoria de conocer en detalle, en todo detalle sus anatomías, conocer tal y como sería apreciar su desnudez en vivo movimiento, que en parte vemos y en parte imaginamos, recordar cada pequeño detalle, cada matiz de cada color de su pelo, la inflexión de cada músculo a cada paso dado a nuestro lado, el aroma exhalado por su pecho al respirar, y recordar todas estas cosas, recordarlas como el modo seguro de atrapar un pedazo de la eternidad que se escapa con el sol de la tarde. Es privilegio de la mujer, de la mujer que pasa, y del sol, el de crear un momento de belleza imborrable, en la eterna historia del universo.
Puede ser que pretender tener a todas las mujeres que deseamos sea como pretender vivir todas las vidas, como tener todas y cada una de las experiencias que esas mujeres nos pueden proporcionar -sucesiva o simultáneamente, como quieran- puede ser que esa pretensión no sea otra cosa que la vana e inaccesible pretensión de la inmortalidad. Puede ser, pero si de soñar se trata, yo no pretendo menos que eso.
En este punto revelaré entonces el motivo de tanta palabra anterior, inútil y desperdiciada en el inoportuno escrito que tienen ante sus ojos. Como hombres que somos y por tanto dispuestos a perder el tiempo con juegos, desafíos y berretines metafísicos, les propongo que intenten recordar cada detalle que les sea posible, cada matiz del reflejo del perfil, cada grácil paso dado por las mujeres que pasan a su lado, como un modo, tal vez el único, de atrapar para siempre ese pedazo de la eternidad que nos soslaya, para que no haya ocurrido en vano, para que no se pierda para siempre.
Yo, que difícilmente recuerdo como es la ropa que me he puesto ayer, donde he estacionado mi coche, o qué es lo que debo hacer mañana, estoy dispuesto a intentarlo. Yo, que he hecho casi todo lo posible por olvidar a una sola mujer y no he podido, les propongo este -divertido e inútil- ejercicio de la memoria.
por Bartleby
sábado, 31 de marzo de 2012
Making off de "batera bustiko gera"
domingo, 11 de marzo de 2012
lunes, 5 de marzo de 2012
Chamuyo reflexivo
A las palabras que se nos cruzan por la mente tampoco es oportuno hacerlas salir a través de nuestra boca a borbotones. Se proponen alternativas. Podemos jugar con ellas en silencio, cambiarles el sentido, combinarlas, elaborar ideas, agregarle imágenes, olores y sonidos. Con las palabras ahorradas podemos construir sueños, con las frases no dichas podemos inventar cuentos: para niños, para adultos, para ir a dormir, para el amor a tu lado...
Y si por fin decidiéramos que por nuestra boca deberán salir palabras, no olvidemos que ella habla de lo que nuestra cabeza guarda, contiene, atesora.
Suele darse en bocas verborrágicas el mal oficio de mamarrachear a sus propios intelectos.
Berlin-aleak: “polonés”
2006ko udaran kamarero lanetan ibili nintzen hilabetez Zarauzko “beheko kanpinean”. Madrilera ikastera joateko ideia txoroarekin nenbilen orduan eta, hori egitekotan, gastuen zati bat neuk ordaindu beharko nuela eta espabilatzeko esan zidaten gurasoek. Kontua da udara hartan bazela guarda oriotar bat Talaimendi kanpinean, “Begex” deitzen geniona. Frantsesa da abizena eta ez dakit nola idazten den ere, baina guk hala deitzen genion. Ateraldi barregarriak zituen tipoak eta maitea zen beste langileon artean. Hala, han ari omen ziren bikote poloniar batekin elkar ulertu ezinda harrerako mutila, nagusietako bat eta guarda batzuk, Begex-ek, gizonezkoari, besoarekin keinu nabarmena eginez “Ven conmigo, polonés.” esan zion arte. Badakizue gauza hauek nola izaten diren eta “polonés”-ak kanpin-denda non jarri behar zuen jakiterako langile guztiok genuen Begexen ateraldiaren berri. Distantziatik ez dirudi ezer askorik, baina momentuan barre-algara ederrak atera zizkigun lankidearen hanka-sartzeak.
“Polonés” artean pasa dut asteburua eta ez dakit nola ez nituen dozena-erdi bat akabatu atzo, trenekin izan nituen gora-beherekin. Poloniara bazoazte, ez trenik hartu eta ez bakarrik joan, norekin hitz egina topatzea ez baita erraza.
El verano del 2006 lo pasé trabajando de camarero en el “camping de abajo” de Zarauz. Rondaba por aquel entonces por mi cabeza aquella estúpida idea de ir a estudiar a Madrid y me dijeron mis padres que, de ser así, tendría que cargar yo con parte de los gastos y que espabilara. La cuestión es que en el camping Talaimendi trabajaba con nosotros un guarda de Orio al que llamábamos “Vegués”. El apellido es francés y ni si quiera sé como se escribe, pero así es como le llamábamos. El chaval tenía unas ocurrencias graciosísimas y era muy querido entre nosotros. Un buen día, el chico de la recepción, uno de los jefes y unos cuantos guardas estaban intentando hacerse entender sin mucho éxito ante una pareja de polacos hasta que, Vegués, incitando al varón a que le siguiera con el brazo le dijo, “Ven conmigo, polonés.”. Ya sabéis como son estas cosas y antes de que el “polonés” supiera donde tenía que colocar la tienda, la noticia de la metedura de pata de Vegués se había extendido entre todos los trabajadores. Desde la distancia no parece gran cosa pero, en el momento, celebramos el comentario de nuestro compañero con carcajadas.
He pasado el fin de semana entre “poloneses” y no sé cómo no me cargué a media docena de ellos ayer, con todo lo que me pasó en la aventura ferroviaria. Si vais a Polonia, no cojáis el tren y no vayáis solos, pues no es fácil encontrar a alguien con quien hablar.
sábado, 3 de marzo de 2012
Berlin-aleak: "arroztasuna"
Ohartu naiz Alemaniako "hauptbahnhof"-ari "glowny" deitzen diotela Polonian, "tren geltoki nagusia", alegia. Baina ez dute antz haundirik "glowny"-ek "hauptbahnhof"-ekin. Berlingo tren geltoki nagusi erraldoiak zintzo demonio eraman ninduen atzo goizean sarrera nagusitik 7. nasaraino, bere tripa erraldoietan barrena. Szczecin-go geltoki nagusiak, aitzitik, ia estalperik gabe hartu ninduen, erabat ezkutuan dagoen panel elektroniko txiki bakar batez eta nirekin ingelesez hitz egiteko gogorik bat ere ez zuten poloniar mordo batekin. Esan bezala, erabat arrotz. Baita Szczcinetik Gdansk-erako 5 orduko bidean ere. Tren kabina hartan estu-estu. Herenegun bulegotik atera nintzenetik hitz erdirik egin gabe nengoen eta hala jarraitu nuen Gdansk-era iritsi arte. Luze egin zen bidaia, oso luze. Paisaia era ez baita oso atsegina Poloniako ingurumari hauetan: basoxka batzuk, zer den asmatzerik izan ez dudan landaretxo baten sail zabalak eta pobrezia, pobrezia dexente. Polonia ipar-ekialdeko etxeek ez dute Alemaniakoen antzik: txikiagoak dira, xaharrak eta "austeroak", oso.
Ondoez guztiek alde egin zidaten, ordea, Gdansk-era iritsita. Ederra baita hiria, oso ederra, alde zaharra behintzat. Hartu ere, ingelesez jakin ez arren, erositako jaki apurrak irribarre zabalez poltsan sartu zizkidan enkargatu atseginarekin hartu ninduen. "Tzenkuie" esan zidan, eskerrik asko, eta "Do vitzena", gero arte, oraintxe San Google-ek baieztatu didanez. Kutxazin automatiko bat ere zain nuen trenetik jaitsi bezain pronto eta, hala, Gdansk-en, bi mundu gerren artean hiri libre izandako honetan, poltsikoratu nituen nire lehenengo "zloty"-ak. Zloty. Roman Polanskiren "The Pianist"-en Adrien Brody-ri ikasia nion hitz hori eta orduan urruneko zerbait zirudien hori poltsikoetan barrena darabilkit orain. Zer diren gauzak. Atzo iritsi orduko, hiria izugarri ederra iruditu zitzaidan eta gaur argazki mordoa atera behar nuela pentsatu nuen. Hala izan da, noski.
Hacia tiempo que no me sentia tan aislado. Tan aislado como ayer en Polonia, quiero decir. Tan rodeado de gente y tan apartado del mundo. Que extraña, la gente. Y cuan extraño, yo. Me senti totalmente extraño, sobre todo cuando baje del tren en Sczcecin y me vi totalmente perdido. Senti a los polacos muy distantes, mas que los alemanes, a pesar de que son mas charlatanes y ruidosos que estos ultimos. Sera por que tienen ese toque de la Europa del este, un toque que no he percibido en los berlineses, esa especie de frialdad dura, que a primera vista le quitan las ganas a uno de hacer intento de acercamiento alguno. La mayoria no habla ingles y cada vez que me acercaba preguntando 'Do you speak english?', decian que no con la cabeza y daban media vuelta como diciendo, 'Dejame en paz'.
Me he dado cuenta de que al 'hauptbahnhof' aleman aqui le llaman 'glowny', 'estacion principal de trenes'. Pero no se parecen mucho los 'glowny'-s a los 'hauptbahnhof'. La gigantesca estacion principal de trenes de Berlin me guio con exactitud germana desde la entrada hasta el anden numero 7 a traves sus interminables entrañas. La estacion de trenes principal de Szczecin, en cambio, me acogio sin apenas abrigo, con un unico y casi inlocalizable panel electronico como ayuda y un monton de polacos que no tenian ninguna intencion de hablar conmigo en ingles. Lo dicho, un completo extraño. Tambien en el trayecto de 5 horas entre Szczecin y Gdansk. Apretujados en aquella pequeña cabina de tren. Pues tampoco el paisaje es agradable en exceso en esta zona de Polonia: algunos bosquejos, plantaciones de una planta que no alcanze a identificar y pobreza, bastante pobreza. Las casas del noroeste de Polonia no se parecen a las alemanas: son mas pequeñas, viejas y, sobre todo, austeras.
Todo el malestar se disipo cuando llegue a Gdansk. Es una ciudad bella, muy bella, al menos la parte vieja. Me recibio ella con el agradable encargado de un tienda que, a pesar de no saber ingles, coloco la poca comida que le habia comprado en la bolsa con una amplia sonrisa. 'Tzenkuie' me dijo, gracias, y 'Do vitzena', hasta luego, segun me acaba de confirmar San Google. Tenia a un cajero automatico esperando justo a la salida del tren y asi, en Gdansk, en esta que fue 'ciudad libre' en el periodo comprendido entre las dos grandes guerras, me embolse mis primeros 'zloty'. Zloty. Esa palabra se la aprendi a Adrien Brody en 'The pianist' de Roman Polanski y aquello que en aquel entonces parecia lejano ahora reposa en mis bolsillos. Como es la vida. En fin. Ayer, al llegar, la ciudad se me antojo preciosa y pense que hoy sacaria un monton de fotos. Asi ha sido.
(siento la ausencia de tildes: simplemente no he sabido meterlas con este teclado polaco)
lunes, 27 de febrero de 2012
volviendo a "verdes y birras". Por Haritz
Nago barne- eta kanpo-distantziak alderantziz proportzionalak ez ote diren eta, beraz, urrutiratze geografiko honek nire barrenetara gerturatu nauela esango nuke. Hotza baita Alemania, eta ez eguraldia bakarrik, azken aldian argentinarren berriketa luzeen eta andaluzen txiste-sorta amaigabeen konpainiara ohitzen hasita zegoen "euskadi profunda"-ko seme honentzat. Barne-minak, herriminetik haratago doan ondoezak, ekarri nau berriz nire herrira, Euskal Herrira bueltan, baina ez hegazkinez, ez, euskararen gainean eta erraietan geraldia eginez.
Hablando de la distancia, diría que, a menudo, es la distancia que adquirimos respecto a nosotros mismos la mayor de todas y, me jugaría el cuello a que ni todo el agua de los océanos es capaz de rellenar el espacio de los hoyos de los estómagos. Si este ejercicio “chamuyero” pretende ser un campo de batalla contra la lejanía, contra la distancia, difícilmente puedo yo, ciudadano vasco, “euskaldun zahar”, vasco auténtico, hacer un viaje de ida y vuelta a mis entrañas si no es en euskera. Podría intentar viajar sobre palabras castellanas, pero de la misma manera que me llevan lejos en el mundo, el idioma de Cervantes tiene escaso recorrido en mi interior.
También diría que la distancia interior y exterior son inversamente proporcionales y que, por la tanto, este alejamiento geográfico a propiciado mi acercamiento a las vísceras. Pues fría es Alemanía, no solo por el clima, para un hijo de la Euskadi profunda acostumbrado últimamente a la compañía de las largas charlas argentinas y los interminables recitales de chistes de los andaluces. Es el dolor interior, más allá de la morriña, el que me ha llevado de vuelta a mi tierra, a Euskal Herria, pero no en avión, no, si no sobre el euskera y haciendo un parada en las entrañas.
miércoles, 22 de febrero de 2012
PISTAS SOBRE LOS FUGADOS DEL PIJAMA VERDE
sábado, 11 de febrero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
NOTICIA ULTIMO MOMENTO
